En nuestra vida cotidiana, todos estamos acostumbrados a prepararnos para eventos importantes, ya sean bodas, celebraciones familiares o exámenes. Sin embargo, a menudo pasamos por alto la preparación más crucial de todas:
estar listos para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
¿Te has detenido a pensar en lo que significa realmente estar preparado? La Biblia nos advierte que la llegada de Cristo será inesperada, como un ladrón en la noche. Es fácil distraernos con lo cotidiano, pero la realidad es que necesitamos una
relación genuina con Dios, que vaya más allá de meras tradiciones o rutinas religiosas.
Más Allá de Títulos y Cargos
Es común pensar que si somos miembros activos de la iglesia, damos nuestros diezmos o tenemos un rol importante, hemos asegurado nuestro lugar en el cielo. Pero, ¿qué pasa con nuestra
vida diaria? La salvación no se trata de títulos o privilegios; se trata de un
arrepentimiento auténtico y de vivir de acuerdo con los principios que Jesús nos enseñó. Al final del día, cada uno de nosotros se presentará ante Dios y dará cuentas de su vida. Nadie puede hacerlo por nosotros.
La Preparación Espiritual es un Viaje Diario
Al igual que un atleta se entrena día a día para alcanzar sus metas,
nosotros también debemos comprometernos a prepararnos espiritualmente. Esto no es algo que debamos hacer solo en momentos de necesidad; debe ser una parte integral de nuestra vida. Dedica tiempo a la oración, lee la Biblia y busca la presencia de Dios en cada rincón de tu día. No podemos esperar hasta el último minuto para ponernos al día; el tiempo para actuar es ahora.
Pasos para Prepararte
- Vive en santidad: Sin santidad, nadie verá al Señor. Aparta lo que no te edifica y busca la pureza en tu vida.
- Obedece la palabra de Dios: Ser un oyente de la palabra no es suficiente; debemos poner en práctica lo que aprendemos.
- Mantén tu fe activa: Nuestras acciones deben reflejar nuestra fe. Cada pequeño acto cuenta.
La Salvación es un Regalo para Todos
Recuerda que tanto ricos como pobres tienen la misma oportunidad de acercarse a Dios.
La salvación es un regalo gratuito, pero requiere que tomemos la decisión de aceptarlo y vivir de acuerdo con Su voluntad. No sabemos cuándo regresará Cristo, por lo que debemos estar siempre listos, esperándolo con corazones abiertos.
Reflexionemos Juntos
La
segunda venida de Cristo no es solo un concepto teológico; es una realidad que debemos abrazar con esperanza y preparación. Pregúntate: ¿estás listo para ese día? Si aún no has hecho de tu
preparación espiritual una prioridad, hoy es el momento perfecto para comenzar. Jesús te invita a vivir con integridad, a tener tu corazón alineado con Su propósito.
Cuando llegue el día, lo único que realmente importará será si estábamos preparados.
No permitas que la falta de preparación te deje fuera del reino de los cielos. ¡Prepárate hoy para la eternidad!