Cómo vivir en santidad y estar preparados para la venida de Cristo
Jesús viene por una iglesia que hace su voluntad
No basta con predicar, también debemos vivir como Dios manda. La venida del Señor está más cerca que nunca, y Él vendrá por una iglesia limpia, sin mancha ni arruga, que se haya preparado haciendo Su voluntad.
La Palabra de Dios es inquebrantable
Jesús dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. Todo se está cumpliendo como fue escrito. Profecías de Zacarías y Mateo se están manifestando delante de nuestros ojos. La pregunta es: ¿cómo está tu relación con Dios?
No es religión, es obediencia y santidad
Cristo no viene por denominaciones, viene por aquellos que se han apartado del pecado. La verdadera iglesia son aquellos hombres y mujeres que han decidido vivir conforme a la Palabra de Dios.
Una advertencia para este tiempo
Hoy muchos predican un evangelio suave, acomodado a los deseos del oyente. Pero Dios nos llama a predicar Su Palabra completa, sin añadir ni quitar. La Escritura es viva, eficaz, y penetra hasta lo más profundo del corazón.
¿Cómo debemos vivir?
Con un corazón limpio y sincero.
Rechazando la amistad con el mundo (Santiago 4:4).
Procurando la santidad, sin la cual nadie verá al Señor (Hebreos 12:14).
Conforme a toda la Palabra, no solo partes agradables.
Con integridad tanto en la iglesia como en la vida diaria.
No podemos engañar a Dios
Todo está desnudo ante los ojos de Aquel a quien daremos cuenta (Hebreos 4:13). No se trata de aparentar, sino de vivir una vida rendida y transparente ante el Señor. Dios conoce nuestro corazón y nuestras intenciones.
Evangelizar y discipular: el gran encargo
Jesús comisionó a sus discípulos a predicar y hacer discípulos en todas las naciones. Él prometió estar con nosotros todos los días. No necesitamos multitudes, solo obediencia y la presencia de Cristo.
Conclusión: ¿Estás listo para su venida?
Dios está buscando hombres y mujeres que vivan en santidad, que no se amolden al mundo, sino que vivan como hijos de la luz. La perfección se alcanza caminando en obediencia. Jesús vendrá por los que le esperan con un corazón limpio.
La santidad no es una opción, es la condición.